¿Cuál es el panorama de la transición energética en Colombia?

4 febrero, 2025
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En la actualidad, la transición energética ha cobrado una relevancia significativa debido a la crisis climática que enfrenta el planeta. Según estudios de la Organización de las Naciones Unidas, es urgente limitar el incremento de la temperatura global a no más de 1,5 °C para evitar impactos climáticos críticos.

Colombia, uniéndose a esta tendencia, ya empezó su proceso de transición y está promoviendo la generación de electricidad y de gas natural como fuentes más amigables con el ambiente.

¿En qué consiste la transición energética? 

La transición energética es un proceso que tiene como objetivo disminuir las emisiones de carbono y optar por un sistema energético basado en fuentes renovables. Es decir, es un cambio de cómo se produce energía para alcanzar una mayor sostenibilidad. Esta permuta considera el reemplazo de combustibles como el carbón y el petróleo (fósiles) por fuentes renovables (energía solar, eólica, hidráulica, biomasa o geotermia).

En la Conferencia sobre Cambio Climático, celebrada en 2015, 196 países firmaron el Acuerdo de París para abordar el cambio climático y sus efectos en el planeta y la sociedad. Dos son sus principales objetivos:

  • Reducir las emisiones de carbono a nivel global.
  • Limitar el calentamiento global a menos de 2 °C.

Este límite en el aumento de la temperatura global se pretende lograr con la eliminación de millones de toneladas de gases de efecto invernadero que se emiten diariamente a través de la descarbonización del sector energético.

No obstante, los cambios energéticos se han presentado a lo largo de la historia. Ya en el siglo XIX se dio el paso de la madera al carbón y en el siglo XX del carbón al petróleo. Lo nuevo en el XXI es la necesidad de proteger al planeta de la peor amenaza que ha experimentado la humanidad hasta el momento: el cambio climático.

¿Cuáles son los efectos del cambio climático? 

Lamentablemente, los impactos del cambio climático ya son perceptibles en todo el mundo:

  • Incremento de la temperatura promedio de la Tierra alrededor de 1.11 °C desde la época preindustrial.
  • Incendios forestales y olas de calor.
  • Menor disponibilidad de agua y menor rendimiento en la agricultura.
  • Mayor riesgo de sequías.
  • Pérdida de biodiversidad.
  • Reducción de los glaciares en 33.5 metros.
  • Temperaturas récords en los océanos.

Según el Análisis de Riesgo por Cambio Climático en Colombia, el 100% de los municipios colombianos tienen algún grado de riesgo por cambio climático, mientras que para el 2040 el 59% del territorio nacional tendrá riesgo entre medio a muy alto.

¿Qué objetivos persigue la transición energética? 

El objetivo general de este proceso es transformar el sistema energético contemporáneo, basado en combustibles fósiles, a un modelo eléctrico, cimentado en energías renovables. De manera particular, la transición energética persigue los siguientes objetivos:

  • Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a través de modificaciones en los modelos actuales de producción, distribución y consumo de energía.
  • Alcanzar la neutralidad de carbono: Establecida para 2050, se busca que la cantidad de emisiones de dióxido de carbono liberado sea la misma que la retirada por el planeta. Para ello se pretende evitar y disminuir las emisiones de efecto invernadero compensando con el uso de los llamados créditos de carbono.
  • Mejorar la eficiencia energética: Cambio de hábitos de la sociedad hacia un modelo más eficiente de consumo energético, siendo la electricidad el factor clave.
  • Fomentar la innovación: Transformar el sistema de energía actual en otro que emplee energías renovables, una alternativa limpia e inagotable que no emite GEI ni otros contaminantes.
  • Asegurar una gestión sostenible de los recursos energéticos: Se plantea mayor peso a las energías renovables, utilizando cada vez menos las energías de origen fósil y aminorando el peso de la energía nuclear.
  • Mantener la competitividad en el mercado global: Las industrias deberán adaptarse a un modelo productivo basado en la reutilización, la renovación y el reciclaje de los materiales.

Panorama de la transición energética en Colombia 

Según datos del Consejo Empresarial Colombiano para el Desarrollo Sostenible, Colombia es responsable únicamente del 0,60% de las emisiones de gases invernadero a nivel mundial. Sin embargo, aunque las emisiones son bajas comparándolas con otras naciones, el país es uno de los más vulnerables a los efectos de este fenómeno, principalmente por la deforestación.

En este sentido, el Gobierno pretende disminuir las emisiones de GEI en un 51% para el año 2030, una cifra equivalente a 11,2 millones de toneladas de dióxido de carbono. Para el 2050 se quiere alcanzar el carbono neutro. El sector del transporte también se ha priorizado a nivel nacional con el objeto de optimizar las operaciones logísticas y de movilidad, así como el desarrollo del transporte eléctrico.

En 2019, Colombia dio un salto histórico al incorporar energías renovables de fuentes no convencionales, como la eólica y la solar. De la capacidad instalada de 28,2 MW en 2018, se aumentó a 725,38 MW para 2022, y se espera sobrepasar los 2820 MW.

Con esta capacidad instalada, el país pasará de generar menos del 1% de energía limpia a producir más de un 12% en 2023, lo que podría significar una disminución de hasta nueve millones de toneladas de CO2 en 2030. Así, Colombia diversifica su generación energética para enfrentar con resiliencia la variabilidad climática y mitigar el impacto del cambio climático.

Siguiendo el mismo curso, dentro de la política energética colombiana se resaltan las siguientes acciones:

  • Subastas que adjudicaron contratos a largo plazo para proyectos de energía eólica y solar.
  • Desarrollo de un marco regulatorio y fiscal atractivo para impulsar nuevos proyectos de generación de energía.
  • Inclusión de energéticos nuevos y tecnologías en la matriz de generación.
  • Formulación y aplicación de lineamientos encaminados a fortalecer al sector minero energético.
  • Descarbonización del sector del transporte mediante el empleo de vehículos con emisiones cero y la creación de puntos de recarga.
  • Adquisición de sistemas para almacenar energía en baterías a gran escala para su uso posterior.
  • Normativa y regulaciones que permiten incorporar recursos de energía distribuida a la red eléctrica, lo que beneficia a hogares, industrias y operadores de servicios públicos.

Ya se empezó a recorrer el camino y, según los expertos, Colombia podrá abordar los retos del cambio climático y el crecimiento económico si se enfoca en tres prioridades:

  • Invertir en resiliencia. De esta forma, se afrontarán mejor las inundaciones o los deslizamientos de tierra, sin olvidar la conservación y restauración de los bosques.
  • Revertir el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Dos son las prioridades en este sentido: detener la deforestación de manera contundente y reducir tanto las emisiones del sector ganadero como las hectáreas requeridas para la producción. Además, es muy importante aumentar la energía renovable y la adopción de la movilidad eléctrica.
  • Proteger a los miembros más vulnerables de la sociedad. No se debe olvidar que algunas personas sufrirán pérdidas de ingresos al dejar de utilizar combustibles fósiles.

Además, dentro de este proceso hay que buscar una transición energética justa e igualitaria, que ofrezca algún tipo de beneficio a todas las personas y empresas.

Ejemplos de transición energética 

Algunos países llevan más camino andado, por lo que es posible encontrar ejemplos de transición energética:

  • Suecia: El número uno de los países que más avanzan hacia las energías limpias.
  • Dinamarca: El 47% de la electricidad producida en 2019 provenía de fuentes renovables, y se tiene como objetivo llegar al 100% en 2050.
  • Noruega: Se encuentra en el tercer puesto de este top ten.
  • Alemania: Finiquitó el uso de plantas nucleares y ha invertido en diversas energías como eólica, solar y biomasa. Con ello se espera que en 2030 el 65% de su energía provenga de fuentes renovables.
  • Costa Rica: El 99 % de su electricidad provino de fuentes renovables en 2019.
  • Kenia: Ha hecho grandes esfuerzos de preparación hacia la transición a través de la mejora de sus marcos regulatorios e infraestructura.

Beneficios de la transición energética 

La transición energética también ofrece oportunidades para un futuro más sostenible y próspero en diversos aspectos:

  • Reducción del efecto invernadero para combatir el cambio climático.
  • Seguridad energética: Las energías solar y eólica permiten a los países ser más independientes energéticamente y mantenerse más estables y seguros.
  • Sostenibilidad: Las energías renovables son ilimitadas en relación con magnitudes humanas.
  • Mejor calidad del aire: Las energías renovables generan menos contaminantes.
  • Desarrollo económico: Este proceso puede generar nuevos empleos a todos los niveles.
  • Innovación tecnológica: Impulsa la investigación y el desarrollo de tecnologías eficientes y limpias.
  • Resiliencia: Las redes energéticas cimentadas en fuentes renovables pueden ser más eficientes frente a eventos extremos.
  • Mejora de salud pública: Se espera una reducción en enfermedades respiratorias, entre otras.

Si bien Colombia posee un gran potencial para la transición energética, es importante remarcar el balance que debe existir entre la generación eléctrica, su conducción y otras operaciones.  Los cambios no son inmediatos, y desprenderse de las fuentes de energía actuales no se da de un día para el otro. Por este motivo, es fundamental desarrollar un sector sólido de estas energías renovables, las cuales son más seguras, eficientes, baratas y con mucho menos impacto ambiental que los combustibles fósiles. Conozca más acerca de este tema con Industronic y sea parte de la transformación.

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