Existen diferentes tipos de reguladores de voltaje para mantener la tensión eléctrica en un circuito cerrado. Esto es clave porque en la vida diaria y de manera constante, interactúan los equipos electrónicos con los sistemas de luz, a través de cargas eléctricas. La manera de mantener estas cargas estables, asegurar el funcionamiento correcto de los equipos y evitar el daño a sus componentes es el uso de reguladores de voltaje. De ahí, la importancia de conocer y elegir el tipo adecuado.
De manera sencilla, se puede definir a los reguladores de voltaje como dispositivos que mantienen el voltaje en un nivel constante, dentro de un circuito eléctrico. Es decir, el regulador o estabilizador de voltaje, recibe la tensión eléctrica “contaminada” (rango variable) y la transforma en un voltaje “limpio” (rango definido) y constante.
Esto es un punto clave, porque los equipos eléctricos se diseñan para trabajar dentro de una banda de voltaje definida, y cuando la tensión eléctrica está mal regulada es probable que afecte el rendimiento de los dispositivos.
Para simplificar el proceso, se puede decir que los reguladores de voltaje funcionan en tres etapas:
Esto se hace, gracias a una placa de control dentro del regulador, que mide el voltaje de la corriente eléctrica del enchufe. Si se detecta un voltaje bajo, el estabilizador conecta a las etapas elevadoras del autotransformador y logra establecer un voltaje de salida óptimo (por ejemplo 220 V). En cambio, si el voltaje es alto, el regulador se conecta a las etapas reductoras del autotransformador para mantener los 220 V.
De esta manera, mantiene el voltaje o tensión eléctrica dentro de un rango definido, haciendo que los dispositivos eléctricos conectados a ellos funcionen de forma correcta.
Cuando un voltaje no está regulado suelen presentarse daños en la electrónica de los equipos, en cambio, su uso incluye:
Existen diferentes tipos de reguladores de tensión, cada uno ofrece ventajas y aplicaciones específicas para el hogar, industria, comercio y oficinas. A continuación, se presentan los tipos de controladores de voltaje más comunes.
Probablemente, son los más sencillos, económicos y comunes en la industria electrónica. Emplean una resistencia variable que controla la tensión eléctrica de salida. Genera un voltaje constante de salida sin importar las fluctuaciones en la entrada. Sus aplicaciones se extienden ampliamente a fuentes de alimentación de baja potencia y donde la eficiencia no es una variable crítica.
También se conocen convertidores DC-DC y son el siguiente nivel de los reguladores lineales. Emplean un interruptor electrónico (elemento conmutado) para transformar la energía de entrada en otra más estable y sostenida. Tienen una eficiencia mayor que los lineales, por lo que se emplean en una gama alta de aplicaciones, incluyendo dispositivos de energía renovable y dispositivos portátiles de alta potencia, pero son más costosos.
En estos estabilizadores, el elemento de control se ubica en serie con la carga, permitiendo que el controlador sostenga el voltaje de salida en un nivel constante, a través de la variación de la resistencia en el circuito. Son sumamente útiles en aplicaciones donde se necesita un ajuste exacto del voltaje de salida.
A diferencia de los anteriores, en los estabilizadores de voltaje de derivación, el elemento de control se coloca en paralelo con la carga, disipando el exceso de voltaje en forma de calor. A pesar de ser menos eficientes que los reguladores de serie, son más poderosos y mejoran la estabilidad de la tensión eléctrica de salida. Sus aplicaciones van desde electrodomésticos hasta sistemas industriales, como computadoras e impresoras, sistemas de audio y video, refrigeradores, control de motores en sistemas de automatización, sistemas de iluminación LED, etc.
Estos controladores emplean transformadores para modelar el voltaje de salida. El transformador funciona junto con un capacitor, para producir una resonancia eléctrica y así, ofrecer un voltaje estable. Son equipos robustos que pueden manejar enormes fluctuaciones de voltaje como en la industria pesada, sistemas de telecomunicaciones, centros de datos y equipos médicos. No obstante, en la actualidad, existen modelos más eficientes, compactos y con tecnología avanzada.
Los reguladores electromecánicos funcionan por medio de mecanismos que mueven los rodamientos para ajustar el voltaje de salida. Son robustos y muy utilizados en entornos industriales, médicos y de entretenimiento, pues protegen equipos para la salud y de laboratorio, sistemas informáticos y de telecomunicaciones, entre otros más.
Los reguladores electrónicos son de los más compactos y ligeros. Emplean circuitos electrónicos para regular la tensión eléctrica de salida, siendo perfectos para equipos electrónicos sensibles que necesitan un modelamiento preciso del voltaje. Los entornos que más los ocupan son los informáticos, equipos industriales, líneas automatizadas o maquinaria CNC (máquinas automatizadas para fabricar piezas industriales por medio del uso de instrucciones codificadas).
Así, los distintos tipos reguladores de tensión se emplean desde aparatos de línea blanca, pasando por equipos de entretenimiento, equipos médicos y de telefonía hasta maquinaria pesada industrial. Principalmente en sistemas que deban funcionar ininterrumpidamente por largos períodos de tiempo, o bien, en equipos que por su valor deben protegerse.
Ahora bien, un apartado especial es para los tipos de reguladores para computadora que existen, debido a su importancia tanto en el hogar como en las empresas. Cada sistema de cómputo está formado por cientos de componentes electrónicos que funcionan a niveles de voltaje muy específicos. Basta con un pico de tensión fuera de rango para dañar una tarjeta madre o un procesador, inhabilitando la PC.
Lo recomendable es ser precavido y conectar el sistema de cómputo con sus periféricos a un estabilizador de voltaje para computadoras de múltiples tomas, de preferencia con protector y supresor de picos de voltaje. Lo mismo aplica para televisores HD, LED o 4K, y para consolas de gaming, como la Playstation 5 pro y el Xbox Series X.
Para elegir correctamente un controlador de voltaje se deben considerar cuatro puntos clave:
Hay que considerar que mientras mayor sea la capacidad del regulador, más dispositivos pueden conectarse. No obstante, es recomendable que únicamente se utilice el 70% de su capacidad por lapsos prolongados de tiempo para no sobrecargar el controlador.
La instalación de un controlador de voltaje debe realizarse por alguien con conocimientos básicos de electricidad y seguir estos pasos básicos:
Estos equipos pueden recibir dos tipos de mantenimiento, que ayudan a evitar daños y a mantener funcionando adecuadamente el equipo. Dentro del mantenimiento preventivo se encuentran las siguientes acciones:
Dentro del mantenimiento correctivo, se considera:
Con estas acciones se aumentará la vida útil del estabilizador de voltaje, se evitan futuras averías y se garantiza la protección adecuada a los aparatos y sistemas. Recuerde siempre consultar con el fabricante de su equipo, antes de realizar cualquier tipo de mantenimiento.
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